Es un pan perfecto para un desayuno especial. O para el desayuno diario! Empieza el día con un pan lleno de nutrientes y con el sabor y la textura de los panes “de toda la vida”. No es mucho trabajo, ya lo verás. Simplemente mezclas los ingredientes por la noche, dejas la masa en la nevera, y por la mañana horneas tus panecillos.
La receta es para 6 – 8 raciones de pan, depende del tamaño de los moldes
Horno: 225 grados
Tiempo en el horno: 20 – 25 minutos
Ingredientes
50 gr de harina de avena (la puedes sustituir por harina de trigo)
50 gr de copos de avena
200 gr de harina de trigo con fuerza
50 gr de orejones (albaricoques secos), picados
3 cucharadas de lino germinado molino (opcional)
12 gr de levadura fresca
1 cucharadita de sal de mar
250 ml de agua tibia
Cómo hacer
En un cuenco disuelves la levadura en el agua y luego añades todos los otros ingredientes. Mezcla bien. Vas a tener una masa bastante pegajosa.
Cubre el cuenco con una lámina de plástico y déjalo en la nevera durante 10 horas.
Precalienta el horno. Unta con aceite 6 – 8 moldes para muffins o flan.
Echa la masa sobre una mesa bien espolvoreada con harina. Forma un rectángulo, que cortas en 6 – 8 trozos. Cada trozo lo doblas en tres (mira la foto) y lo colocas en un molde. Si te falta moldes puedes simplemente colocar los panecillos directamente en una bandeja (que has cubierto con papel vegetal).
Coloca los moldes en una bandeja. Deja los panes fermentar durante 30 minutos y luego los horneas con la bandeja puesta abajo en el horno.
Deja los panes enfriar durante un rato antes de sacarlos de los moldes.
Se pueden congelar.